El panel de industria militar de las I Jornadas de Políticas de Seguridad y Defensa contó con la moderación de Joaquín Roca Dorda, director del Centro Universitario de Defensa (CUD), sito en San Javier y adscrito a la UPCT.
P.– ¿Qué interés tiene la industria militar para los ingenieros de la UPCT?
R.– Muchísimo. La tecnología militar siempre ha tenido un doble uso. Habitualmente se ideaba pri-mero para la Defensa y después llegaban los usos civiles, pero ahora, dado los avances del mundo civil, está pasando también al contrario. El CUD organiza este año por segunda vez unos cursos de verano de Tecnologías de Doble Uso, al que asistirán científicos de los centros de investigación del Ejército y de empresas que trabajan tanto en entornos civiles como militares.
P.– ¿Cómo llega un desarrollo tecnológico ideado para la guerra a nuestra vida cotidiana?
R.– A veces de forma casual. Como cuando un técnico de radares descubrió reparando uno que se derretía la chocolatina que llevaba en su bolsillo. Así surgió el microondas.
P.– ¿Cómo afecta la crisis a la industria militar?
R.– La industria de Defensa afronta parecidas dificultades a la del resto del país. Y ello tiene incidencia en la cantidad de empresas civiles de suministros y servicios externalizados que de ella dependen. El Ejército es también un impulsor de la investigación nacional.
El profesor colaborador de la UPCT en el CUD, D. Antonio Juan Briones Peñalver participó en las I Jornadas de Políticas de Seguridad y Defensa como experto en industrias militares. Durante cuatro años ha organizado el Seminario Aula Abierta y Foro de Estudios de Seguridad y Defensa con jornadas específicas sobre las Fuerzas Armadas.
P.– ¿Qué opciones tiene la industria militar para evitar los efectos de los recortes?
R.– El Gobierno está fomentando que la industria de Defensa no cese su actividad. El último ejemplo es la fragata que la Armada ha cedido a Australia para conseguir que este país encargue a alguno de estos buques a nuestros astilleros. Además de este ejemplo, la industria está ahora orientándose hacia países emergentes, tanto de América Latina, como de Asia y Oceanía.
P.– ¿Afecta a la política de industria militar que el ministro proceda de este sector?
R.– No. Todos los gobiernos se han interesados siempre en potenciar la industria militar, que tiene mucho impacto económico.
P.– ¿Cómo incide la industria militar en Cartagena?
R.– Genera muchísimo empleo. En 2006 había 150 empresas auxiliares solo para el Arsenal Militar. Además, las empresas de mayor nivel tecnológico trabajan directa o indirectamente con la industria militar y muchas tienen presencia en Cartagena, como Indra o Navantia.
P– ¿La UPCT ha tenido ayuda de algún organismo?
R.– Sí. Gracias al Instituto Español de Estudios Estratégicos hemos desarrollado cuatro seminarios.